no sé si es por tu síndrome

Héctor de Miguel

Cuando tenía 16 años fui diagnosticado con Síndrome de Asperger, trastorno del neurodesarrollo que forma parte de los trastornos del espectro autista (TEA)

El cerebro de las personas con Síndrome de Asperger funciona de manera distinta, afectándonos especialmente a la comunicación social y a la flexibilidad del pensamiento y del comportamiento

El proyecto consiste en la construcción de un archivo a partir de líneas de trabajo centradas en mi particular manera de mirar, de entender y de comunicarme con el entorno. En la actualidad, como autor, me sirvo de formas de crear que parten de intereses específicos y rígidos, presentes desde mi infancia, cuyo hilo conductor es común a todos ellos: la acumulación, la repetición y la obsesión

Es un ejercicio de aceptación de una manera de ser, un ejercicio de superación que pretende hacer partícipe al espectador de otros modos de percepción de la realidad y que, lejos de ser negativos, enriquecen mi visión como creador.

Héctor de Miguel

Como muchos sabéis, nuestra organización presta atención especial a personas y colectivos minoritarios. Además, como parte de nuestra Misión, queremos servir de apoyo a artistas que inician su carrera profesional y no encuentran un espacio que acoja su propuesta.

En el caso de Héctor de Miguel confluyen las dos condiciones y por eso llega a nuestro espacio por la puerta grande. La de alguien que es capaz de hacer lo mismo que todos y todas y de llegar más lejos si se lo propone.

Héctor crea desde su forma de entender el mundo, lugares públicos desde lo privado, desde lo íntimo, desde el deseo y la necesidad de que conviertan en realidad. En una realidad que sea más amable y empática con la diferencia.

El proceso creativo de este artista de 25 años no es otra cosa que un síntoma, que un rasgo, que una manera de estar que se convierte en una forma de ser. El honesto, sincero y cuenta con los ojos de quien distingue en un mundo de individuos que ven siempre lo mismo. Porque para Héctor, la suma de las mismas cosas da lugar a cosas distintas.

Esta peculiar manera de ver el mundo, de contarse el mundo, le ha obligado a vivir alejado de los otros, con el estigma como mediador ante su entorno. A sentirse distinto y peor.

Encontré a Héctor en los Premios de Fin de Máster del curso que acababa de terminar en EFTI. Allí era como todos. Distinto; y por lo tanto mejor. Héctor por fin, había encontrado su lugar, sin renunciar a nada.

En “no sé si es por tu síndrome” el patito feo se convierte, ante nuestros ojos, en un majestuoso cisne. Héctor de Miguel hoy, nos muestra que todos (todos) somos iguales, aunque no repetidos.

José Antonio Mondragón